Vicomte De Valmont,
Les liaisons Dangereuses
Las gatas no aceptan órdenes, pero se las puede tentar para que cacen. Si atas una pluma al extremo de un hilo, y lo usas
adecuadamente, PUEDES conseguir que actúe acrobáticamente. Pero lo más interesante es que si dejas caer la pluma frente de la gata, le hará ascos.
Las gatas sienten una gran curiosidad, especialmente hacia cosas nuevas y que destaquen, como una pelota en una cuerda de goma, los regalos, la pluma atada con un hilo, etc. Se puede distraer fácilmente, pero una vez está involucrada en alcanzar algo, puede convertirlo en su único deseo.
Se puede aprender mucho de los gatos. Si te la quitas de encima, volverá a saltar a tu regazo. Si tratas de sujetarla, querrá que la sueltes. Podría llegar a morder o arañar. Ansía atención y se pone celosa con otros gatos. Algunas veces se frotará contra ti y ronroneara con satisfacción (puedes saber cuándo a una gata le gusta alguien de verdad).
Una gata puede ver una pluma al otro extremo de la habitación, pero continuar en sus asuntos. Si la pluma se mueve ligeramente, entonces su mirada se clava. Cuando la pluma se mueve una o dos veces más, empieza a arrastrarse en su dirección. Sacude el hilo en el momento justo y enloquecerá, corriendo en círculos alrededor del sofá, saltando por encima de los muebles, hasta coger la pluma.
De igual manera el Aven avanza con un ligue. Mantén la validación y la atención ligeramente fuera de su alcance. Si te dejas atrapar muy fácilmente, ella se aburrirá y perderá el interés. Pero también perderá el interés, y se rendirá, si eres completamente inasequible.
Por lo tanto, mantén el anzuelo apenas fuera de su alcance y atráela continuamente con pequeños movimientos.
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